2009/11/26

CARTA DE PEDRO LEMEBEL A PIÑERA

no importa cuantas veces la lea yo
me interesa que hayan mas que la lean por eso la publico también
a pocos días de elecciones algo debo hacer si es que puedo...


CARTA DE PEDRO LEMEBEL A PIÑERA

Demasiado barato quiere comprar este paisito, don Piñi; usted que vapor la vida tasando y preguntando cuánto vale todo. Y de un guaracazose compra medio Chiloé, con botes y palafitos incluidos. Con cerros,bosques y ríos, hasta que se pierde la mirada en la distancia, lepertenece a usted.¿Cómo puede haber gente dueña de tanto horizonte? ¿Cómo puede habergente tan enguatada de paisaje? Me parece obscena esa glotonería detanto tener.Me causa asombro que, más encima, quiera dirigirnos la vida desde La Moneda.Muy barata quiere rematar esta patria, don Piñi, y sólo con undiscurso liviano de boy scout buena onda. Pura buena onda ofreceusted, don Piñi boy, como si estuviera conquistando al populacho conmaní y papas fritas. Nada más, el resto pura plata; empachado de money, quiere pasar a laposteridad sólo por eso. Porque cuando cita mal a Neruda se nota que austed le dio sólo para los números y no para la letra.Es decir, usted es puro número y cálculo, señor Piñi, poca reflexión,poco verbo, poca idea, aunque esa es la única palabra que usa entresus contadas palabras efectistas. Buena onda y futurismo. Las heridas se parchan con dólares. La memoria queda atrás como unatétrica película que olvidar. Sin vacilar marchar, que el futuro esnuestro (parece himno de la juventud nazi). Así arenga usted a estepueblo embelesado con los adelantos urbanos hechos por laConcertación. Nadie sabe para quién trabaja, y usted la encontrólista. O sea, usted se pasa de listo, don Piñi. Quiere hacernos creerque siempre fue demócrata, pero lo recordamos clarito sobándole ellomo a la dictadura, haciéndole campaña a Büchi, amigote de la mismapatota facha que le anima la campaña. Los peores, la gorilada del terror. Parece que este suelo nuncaaprendió la lección, ni siquiera a golpes, y con facilidad se traga elsermón de la derecha pinochetista, ahora remasterizada con piel deoveja neoliberal. Pero son los mismos de entonces, soberbiamentegozando los privilegios de la democracia que conseguimos nosotros, ysólo nosotros, porque también yo dudo que en el plebiscito votara queno simpatizando por la derecha.Mire usted qué fácil le resultaba tratar de transformar el Mapocho enun Sena con sauces. Puro arribismo, intentar esticar con terracitas ybotecitos parisinos a nuestro roto Mapocho, quizás lo único rebeldeque le va quedando a esta ciudad.Qué delirio, míster Piñi, ¿por qué no se va a Europa si cacha quenunca va a poder blanquear la porfiada cochambre india de nuestraraza?Quizás todo el país se acuerda de usted formando parte de la natapanzona del derechismo empresarial. Por entonces, en aquella época deterror, quien hacía fortuna de alguna manera era a costa de lasgarantías de la represión. Usted llenaba sus arcas, don Piñi, y nosotros sudábamos la gotagorda, o la gota de sangre. Fíjese que no se nos ha olvidado, y nuncase nos olvidará, aunque a usted le reviente que el pasado aflorecuando menos se lo espera.A usted ni a sus yuntas de pacto les conviene el pasado, por eso miranturnios y amnésicos al futuro. Su discurso Disneyworld, míster Piñi,no resiste análisis, y sólo el arribismo miamista de algunos chilenosle compra su receta de vida fácil, su filosofía banal de texanopaticorto. Usted me recuerda a Bush, a Menem, Piñito. Es la nuevaderecha titiritesca y farandulona. Puro show, pura foto tecnicolor demundo feliz con sus sombreros republicanos en el Crown Plaza.Pero le falta la cultura a su centro derecha inmediatista. No hay pesointelectual en su carnavaleo de propaganda. Nada más que modelostetudas y parientes de hippysmo revenido. Demasiado barato quiere rematar este país, Piñito. Ni siquiera bastacon su cátedra fantasma en las aulas de Harvard.Tampoco, usar de propaganda la limosna que puso por mi amiga Gladys ensus últimos momentos; eso es muy feo, y de mal gusto. Sobre todo para usted que es tan humanista cristiano .Porque usted espillo, Piñín. Quiere sacar adherentes de todos lados, como si estepaís fuera sombrero de mago. Lástima que la oferta de su vanidosaferia de variedades huele a ventaja populista. Nada más, don Piñi; elresto, esperar con cueva lo que ocurra en el 2009.
Pedro Lemebel.

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